domingo, 4 de marzo de 2012

¿Influirá el Estilo Social en el éxito político?

por Oscar Alarcón Garay, Gerente de Entrenamiento Balanced Group.

Un nuevo debate se está gestando entre los conocedores del SOCIAL STYLE MODEL respecto a si la versatilidad afecta el éxito político?. Como un comentarista dijo: "Existen candidatos que por mucho más allá de lo que prometen sus programas de gobierno, las capacidades que indica su experiencia política o de servicio público, el respaldo que demuestren de un conglomerado capaz de gobernar un país, simplemente logran o no logran 'ser queridos' por los votantes".
Las personas que están firmemente comprometidas a un partido político son menos propensos a ser influenciados por el estilo del candidato ya que han realizado su decisión de voto antes de que un candidato es incluso llamado o nominado. Se sabe que la gente que participa en una organización partidista casi no hace juicios sobre los candidatos, por lo que elementos como la versatilidad es poco probable que sean importantes, ellos ya están decididos a apoyar a las ideas o modelo de gobierno que plantea su conglomerado más allá del estilo natural de comportamiento del candidato de turno.

Sin embargo para el grueso de la población y particularmente para los simpatizantes la versatilidad del candidato sí parece ser un aspecto relevante, conocido es el ejemplo de Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil desde enero de 2011, quien luego de ser electa por un 57% de la votación pasó por momentos difíciles durante los primeros meses de gestión. Estas dificultades no estaban relacionadas con una insatisfacción de sus electores por su falta de capacidad de trabajo o gestión sino por su ausencia y falta de comunicación con ellos.

Durante al menos los dos primeros meses de su mandato la presidenta brasileña se dedicó a trabajar arduamente, poniendo énfasis en su postura anti corrupción e implementando su controvertido plan en donde cada representante público que fuera acusado de corrupción debía abandonar de inmediato su puesto hasta probar su inocencia. Si bien estos planes eran bien recibidos por la mayoría de los brasileños aun así se le cuestionaba a la presidenta por su silencio, su bajo perfil y prácticamente nula aparición en los medios de comunicación o en eventos públicos.

Durante ese período Dilma Rousseff solo hizo una breve visita a la zona de Río de Janeiro devastada por los aluviones en donde más de 800 personas perdieron la vida. Por lo demás, esa aparición fue muy discutida por lo limitada de la ayuda ofrecida. La presidenta recién electa comenzaba a ser percibida como una tecnócrata fría, distante y pragmática. Esta situación produjo tanta tensión entre la gente y el gobierno recién asumido que el presidente y mentor de la actual presidenta, Ignacio “Lula” Da Silva, debió interceder asesorándola particularmente en los aspectos comunicacionales del gobierno y de ella en particular.

El ex presidente “Lula” es reconocido por su carisma y capacidad para relacionarse asertiva y exitosamente tanto con los extremadamente poderosos empresarios brasileros como con los dirigentes sindicales más radicales del país. Al parecer, esta asesoría rápidamente surgió efectos pues en la última encuesta de opinión respecto a los primeros nueve meses de gobierno Dilma Rousseff obtuvo un 75% de aprobación versus un tan solo 22% de desaprobación.

En Chile, muy conocido también es el caso del actual ministro de Obras Públicas y ex ministro de Minería Laurence Golborne que sobre la base de su gran capacidad para empatizar, socializar y comunicarse con las personas, particularmente durante el proceso de rescate de los mineros de Atacama, ha sabido capitalizar estas características que lo distinguen siendo hoy uno de los ministros mejor evaluados del gobierno y principal figura de la Alianza para competir en las próximas presidenciales del 2014. Tan bien evaluadas han sido estas características conductuales del Ministro Golborne que se le solicitó que asesorara personalmente en aspectos comunicacionales al Ministro de Defensa, Andrés Allamand, durante todo el período en donde él debió ocupar un papel fundamental en las operaciones de rescate de las víctimas de la tragedia de Juan Fernández y en la contención de sus familiares y el país entero.

Finalmente, es de público conocimiento las dificultades que ha presentado la persona del Presidente de la República Sebastián Piñera en términos de las encuestas de aprobación y desaprobación a su administración. Digo, la persona del Presidente de la República pues ya son muchos los analistas y cientistas políticos que se atreven a afirmar que la baja popularidad y rechazo que aparece persistentemente en las encuestas no se refiere precisamente al gobierno como ente o a la capacidad y eficiencia de éste en el cumplimiento de los proyectos comprometidos, ni siquiera al ataque de una u otra tendencia política e ideológica, sino que básicamente a las dificultades de comunicación e incapacidad para empatizar con la gente que muestra el Presidente y varios de sus ministros. Desde el punto de vista del Social Style Model, aparentemente no se está cuestionando el conocimiento y las capacidades del gobierno y el Presidente para asumir y resolver los problemas “más técnicos”, sino de aquellos que requieren entre sus variables fundamentales la capacidad para adaptar, comprender, socializar, comunicar y empatizar con las demás personas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario